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sábado, 4 de junio de 2011

ÉRASE... EL PATITO FEO

Invirtió su infancia en castings diarios a los que la arrastraba una madre empeñada en llamarla "Princesa" y en que su hija fuera la más bella de la camada. Al colegio sólo iba para exámenes finales y entre sus compañeras la conocían como “La Anuncios”. Dejó el instituto cuando apenas había empezado y de la Universidad le dijeron que era tiempo perdido.
          Obsesionada con que su niña no heredase la carencias genéticas de los progenitores,  su madre le financió una rinoplastia que atajase el perfil griego de su padre y un implante para contrarrestar la escasez pectoral materna.Le iluminaron los focos de la pasarela hasta que le cegaron los de la televisión.
          Le habían dicho tantas veces que no había nadie más guapa que terminó por darse cuenta de que sólo era una fotografía que, cada vez con más frecuencia, pasaba por quirófano para parecerse lo menos posible a ella misma. Terminó por digerirlo con litros de güisqui y coca fina hasta que la anorexia fue el menor de sus problemas.
          Cuando dejó de reconocerse al otro lado del espejo supo que había llegado el momento de escapar.
          Ahora mira con tristeza a las niiñas de los anuncios mientras disfruta del postre en cada comida.