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lunes, 25 de agosto de 2014

viernes, 8 de agosto de 2014

VENTURAS Y DESVENTURAS DE EL TITI T EL MARQUÉS LVII



En verano, Manolo echa el cierre por vacaciones sin previo aviso. De madrugada, antes de que lleguen los primeros al Tropical en busca de asilo, pega un cartel que informa de las fechas de descanso y se esconde un par de semanas detrás del cierre de su local. Con existencias en el bar como para morir antes de cirrosis que por los efectos de un ataque nuclear. En el barrio, todos saben que esas dos semanas Manolo se esconde detrás del cierre, esquivando las miradas de horfandad que se asoman desde la calle a través de las venecianas de los ventanales.

El resto, deambula sin destino por la plaza del Tropical, arrancando hojas del calendario mientras asedian el local esperando que llegue la fecha escrita a mano por Manolo en la sentencia que les deja sin casa durante dos semanas al año.

Cumplido el plazo, el Tropical se sacude el olor a cerrado recuperando su rutina de carajillo, mus y café cargado mientras Manolo repite hasta el hartazgo la misma letanía de todos los años: "Da gusto volver al trabajo para descansar".