EL REY DE LOS MENDIGOS

Al Rey le satisfizo ver que su pueblo eufórico le aclamaba con los brazos extendidos. Al bajar del caballo comprobó que pedían limosna.

PARA APRENDER DE LA VIDA

Para aprender de la vida decidió cambiar el alfabeto de los libros por el de los taninos arañando el interior de copas apuradas.

PRESO

Los presos se pasan la noche observando desde sus celdas al vigilante que hace la ronda encerrado en su pasillo.

MESA DE PÓQUER

Después de una noche complicada, cuando tuvo cartas como para acabar la partida decidió descartarse de todas. Prefirió seguir aprovechando la oportunidad de jugar con una contrincante a la que poder aguantándole la mirada.

LIMOSNAS

Le sorprendió ver pedir limosna a aquel hombre a pesar de su aspecto desahogado. El aristócrata, al ver las monedas, decidió dejar de decir galanterías sombrero en mano.

SU ÚLTIMO CIGARRO

Decidió que sería su último cigarro. Espero unos minutos, comprobó que no le apetecía seguir fumando, y encendió otro para celebrarlo.

EMPEZAR

Tiene por costumbre empezar siempre en los adioses.

EN LA FUNERARIA

En la funeraria, debajo del reloj parado, el encargado invierte las horas muertas en hacer pasatiempos.

AHORRADOR

Amante se lo efímero, invierte todos sus ahorros en bancos de nubes.

EL BIBLIOTECARIO DEL REY

No había lectura que llegase a manos del monarca que no hubiese pasado antes por las de su bibliotecario. Tenía más poder que el propio Rey.

BEBEDOR COMPULSIVO

Se hizo bebedor compulsivo solo por la esperanza de ver llegar a destino alguno de los mensajes que enviaba en las botellas.

SIN SUEÑOS

Cuando comprobó que no le quedaban sueños, decidió que era el momento de despertar.

EL BOTÁNICO

El botánico, locuaz, impertinente e indiscreto, no puede evitar pasarse la vida metiéndose en jardines.

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ATRÁS LAS REJAS

Atrás las rejas, lo primero que hizo fue una muesca en la pared para contar los dìas que le quedan de libertad.

EL ASESINO EN SERIE

El asesino en serie sonrió satisfecho, consciente de que contaba con el mejor abono para los cipreses que acababa de plantar en el jardín.

FIRMA

Asediado por los cazadores de autógrafos, decidió vivir en las procelosas curvas de su propia rúbrica.

EL LIENZO

Con la última pincelada, buscó en las esquinas del lienzo la salida por la que escapar de su autorretrato.

EN UN MUNDO SIN CABEZA

En un mundo sin cabeza esconde los libros en su memoria.

LA ALEGRÍA DE LA HUERTA

Recogió el tomate más rojo de toda su cosecha y se lo puso en la nariz dispuesto a convertirse en la alegría de la huerta.

BILLETES

Cansado de ver pasar millones a diario ante sus ojos en la Fábrica de Moneda, fuera del trabajo para él los billetes solo son papeles.

LO IMPORTANTE

Anota todo en listas que memoriza para olvidar lo importante.

CUANDO SE ESTROPEÓ LA TELE

Cada programa de televisión era un pedazo de su vida. Cuando se estropeó se dedicó a robar las vidas de sus vecinos a través de las paredes.

CUANDO APENAS QUEDAN MONEDAS

Cuando apenas le quedaban monedas en el bolsillo y billetes en el banco, decidió que era buen momento para empezar a dar limosnas.

BARES DE MEDIANOCHE

Atrapado por la adorable decadencia de la derrota es habitual verle en bares de perdedores a partir de la medianoche.

ÚLTIMO DESEO

Su último deseo antes del tiro de gracia fue preguntar a sus ejecutores por sus familias, en busca de un atisbo de humanidad en sus ojos.

SU EGO

Su ego, tan grande como el nombre del cargo que le asignaron, fue desapareciendo a medida que se caían caracteres de su tarjeta de visita.

LA COSTA

Con cada ocaso, se asoma a la ventana y rodea con las manos la costa hasta atrapar la inabarcable belleza del horizonte.

CON CADA OCASO

Con cada ocaso añora las tardes de sonrisas despeinadas y la poderosa sensación, casi divina, de hacer feliz.

PAPELES

Empezó a recuperar su pasado buscando en los papeles escritos que escondía de niña entre las hojas de los libros.