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sábado, 28 de junio de 2014

EL ÁRBOL



Durante años, deseó que desapareciese aquel frondoso árbol que crecía sin control frente a la ventana de casa. Entrar en el salón rompiendo el cristal con una de sus ramas fue la excusa perfecta para que los empleados municipales terminasen talando aquel centenario chopo, pero el gris no sirvió más que para añorar el verde que una mañana decidió que su salón era un buen sitio donde vivir.

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