26. Operación bikini
El candidato, sedentario por
naturaleza, durante la campaña hace suyo aquello de un país para comérselo.
Cada vez que la visita urbana o el salutatio
vecinal implican una o varias paradas en establecimientos de gastronomía de
todo tipo él disfruta como cochino en lodazal.
En los mercados huye de los
puestos de verdura, y cambia el itinerario de la comitiva electoral cada vez
que atisba la posibilidad de dejarse caer por alguna charcutería en la que trabajar
mandíbula con un buen cinco jotas.
Cuando ya se ve en el horizonte
la jornada de reflexión, el candidato ha dado gloriosas portadas con mancha de
fabada en la solapa, dándole a la bratwrust con más pericia que la compañera de
piso de Nacho Vidal, migas de tortilla alojadas en el bigote, restos de inabarcables
helados en la comisura de los labios… y en todas las fotos,Juan Cuadrado, pañuelo
de papel en ristre, intentando evitar la indigna instantánea.
-No te preocupes Juan, que
esto me hace más cercano, más del pueblo. -Sonríe el secretario general del
PIRLA chorizo al infierno mediante.
-No te equivoques candidato, esto
lo que hace es que sea más fácil saltarte que rodearte. Mañana, dominó y jubilados, que eso no engorda.
EL ASESOR: Diario de campaña (entregas
anteriores)
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